El pasado 30 de enero, el cuerpo docente y no docente de la Universidad Nacional de Rosario efectuó un fuerte reclamo a la administración de Javier Milei y, más específicamente, al ministro de economía Luis Caputo por problemas en los depósitos salariales correspondientes al mes de enero y adelantos de febrero.
El reclamo de los trabajadores de la UNR encuentra su justificación en las disposiciones del DNU de reforma fiscal y la Ley Ómnibus.
Desde hace ya varios años, el Banco de la Nación Argentina y la UNR mantenían un convenio especial -dado el carácter público de la UNR- a través del cual el Banco Nación deposita a la UNR los sueldos del personal docente y no docente de enero y parte de febrero en forma anticipada, a modo de incentivo económico para los trabajadores universitarios, para -a fin de año- recuperar ese adelanto depositado en porcentajes de retenciones vía depósitos del gobierno provincial de Santa Fe.
Sin embargo, con la llegada del mega DNU y el proyecto de Ley Ómnibus (ambos bajo la lógica del "no hay plata" enunciado por el presidente Milei en ya más de una ocasión), el Banco Nación ha cortado con este convenio, generando que los docentes y personal no docente de la UNR no pudiesen recibir los depósitos por su sueldo de enero y febrero.
Toda esta situación generó gran malestar dentro de la UNR: el rector Franco Bartolacci apuntó contra el ministro Caputo y el presidente Milei y llamó al cese del convenio "una forma de presión del poder Ejecutivo Nacional a los gobernadores" para que estos últimos aprueben la Ley Ómnibus.
La incertidumbre es mucha y, a raíz de este suceso, cientos de docentes plantean la posibilidad no solo de efectuar un paro masivo en las próximas semanas sino que, además, afirman que -hasta no recibir sus sueldos- deberán cancelar las mesas de exámenes finales planificadas para el mes de febrero, dejando a miles de estudiantes ante la duda de si podrán rendir y aprobar sus exámenes o no.