Nota del Director

Sobre el libro ‘La revolución sexual global: la destrucción de la libertad en nombre de la libertad’ de Gabriele Kuby

“La ceguera de la mente es la primera hija de la lujuria” - Tomás de Aquino.

En el verano de 2018, tuve la oportunidad de asistir a un evento en Roma, donde la escritora y socióloga alemana Gabriele Kuby fue la invitada especial. Allí, Kuby compartió sus ideas sobre un tema que, aunque común en Europa, para muchos en Colombia aún parecía distante: la revolución sexual global. Este concepto ha influenciado profundamente a las sociedades a lo largo de los años, y el libro de Kuby, La revolución sexual global, se ha convertido en un referente esencial para aquellos que buscan promover una sociedad que valore la vida, la familia y la libertad. Por cierto, Austin Ruse, director de C-Fam, de la cuál International Youth Coalition, es uno de los invitados en el libro a dar su opinión sobre él. 

“Gabriele Kuby es un tesoro mundial y un alma increíblemente valiente, que habla desde el mismo corazón del secularismo europeo. En este libro, llega al meollo del asunto: la grotesca distorsión de la persona humana a manos de la izquierda sexual…” - Austin Ruse, presidente del Center for Family and Human Rights.


El Papa Benedicto XVI describió a la Sra. Kuby como "una valiente guerrera contra las ideologías que, en última instancia, resultan en la destrucción del hombre".

Recientemente, comencé a leer su libro y encontré varias ideas clave que me parecen fundamentales para entender que esta revolución no es un fenómeno reciente, sino que sus raíces se remontan a más de un siglo atrás, perfeccionadas por pensadores cuyo objetivo ha sido la destrucción de las ideas tradicionales y la reducción poblacional mediante la revolución sexual.

Gabriele Kuby nació en Constanza, Baden-Wurtemberg, Alemania, en 1944.

El libro sugiere que el objetivo de la revolución sexual global es alcanzar una libertad absoluta, sin restricciones naturales o morales. Para sus defensores, la "tiranía de la naturaleza" es un obstáculo que debe ser destruido y los sistemas de valores morales deben ser eliminados. Así, conceptos de bien o mal se vuelven obsoletos. Este cambio ha impactado notablemente a Europa, donde las tasas de natalidad han caído drásticamente en los últimos cuarenta años, exacerbado por políticas que, lejos de apoyar a la familia, promueven su disolución mediante los denominados 'derechos sexuales'.

La revolución también se ha visto reforzada por la adopción del 'materialismo dialéctico', promovido por Karl Marx y Friedrich Engels, precursores del comunismo. En el núcleo de la ideología comunista se libra una batalla contra Dios, las creencias y la iglesia, como se expresa en el Manifiesto Comunista de 1948: "El comunismo anula las verdades eternas, elimina toda religión y toda moral, en lugar de constituirlas sobre una base nueva; por lo tanto, actúa en contradicción con toda experiencia histórica pasada".

Además, la revolución busca la destrucción de la feminidad, como postula Simone de Beauvoir: "Uno no nace mujer, sino que se convierte en mujer". Esta idea sugiere que las mujeres, oprimidas por los hombres, deberían negar su sexualidad femenina para acceder a ciertos privilegios, eliminando así las estructuras sociales que dependen de la unión entre mujeres y hombres.

La Revolución Sexual Global es un movimiento que no solo cuestiona los pilares de nuestras sociedades, sino que amenaza con reconfigurar las bases mismas de nuestra existencia humana. La defensa de los valores tradicionales no es solo una cuestión de preferencia personal, sino una batalla crucial por el futuro de la humanidad. Es esencial que tomemos una postura firme y contundente contra estas ideologías que buscan desmantelar las estructuras familiares y sociales que han sustentado a civilizaciones a lo largo de la historia. La pregunta es, entonces, ¿estamos dispuestos a aceptar estos cambios o lucharemos por preservar los fundamentos de nuestra sociedad? La respuesta a esta pregunta definirá el legado que dejaremos a las futuras generaciones.

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