Colombia ‘desenamorada’ de Petro: Una reflexión post-elecciones regionales 2023.
Crédito de la foto: Revista 100 Días.
El pasado 29 de octubre, los colombianos salimos a las urnas después de un poco más de un año en el que el líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, fue elegido como presidente de Colombia por un período de cuatro años. El presidente, sumido en ya más de media docena -mal contadas, eso sí- de escándalos que han sacudido su gobierno, ha tenido un año complicado para incluso sus más fieles seguidores y devastador para los menos optimistas.
Algo estaba claro ese nublado 29 de octubre: las elecciones regionales eran un ejercicio tangible e irrefutable de la aprobación -o lo contrario- del autodenominado "gobierno del cambio". Pues resulta que Gustavo Petro no solo reprobó el examen, sino que no acertó a ninguna de las preguntas más importantes. Las capitales más grandes del país (Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali) eligieron lo que podría considerarse la antítesis de la propuesta izquierdista del Pacto Histórico. Como diría de manera pertinente el Senador de la Alianza Verde, Ariel Ávila, siguiendo las elecciones:
"Colombia está en un proceso de desenamoramiento, de castigo a Gustavo Petro".
Las élites tradicionales se atrincheraron en lo que considero un reflejo de que los colombianos se aferraron a esa seguridad que genera menos temor que la debacle petrista del último año. Es el caso de Barranquilla, con el partido Cambio Radical de Alejandro Char, obteniendo una votación del 73,24 %. Allí, la propuesta izquierdista no tuvo esperanza alguna, con un porcentaje del 9,31% encabezado por Antonio Bohórquez del Partido Polo Democrático, según los datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
En 2024, Alejandro Char se posicionará como Alcalde de Barranquilla por tercera vez, luego de haber sido elegido para este mismo cargo en los periodos 2008-2011 y 2016-2019.
Crédito de la foto: Caribe Afirmativo.
El caso más sonado tal vez fue la elección de Carlos Galán del Nuevo Liberalismo como nuevo Alcalde de Bogotá D.C, con el 49,02% de los votos, dejando en tercer lugar la fuerte propuesta petrista de Gustavo Bolívar con el 18,71% de los votos de los bogotanos partidarios del Pacto Histórico.
La gran sorpresa de los comicios en Bogotá fue Juan Daniel Oviedo, quién recibió más del 20% de los votos en la ciudad capital, al ser su primera candidatura a la Alcaldía Mayor.
Se cumplieron las encuestas y el caso de Barranquilla y Bogotá se replicó en las grandes ciudades colombianas, enviando un duro mensaje de desaprobación al mandatario Gustavo Petro.
La sorpresa en estas elecciones fue el aumento en la cantidad de votos en blanco, como en el caso de Maicao, en el departamento de La Guajira, donde el voto en blanco tuvo un 30,77% de representación, según informa la W Radio. ¿Será esto la falta de representación de figuras que velen por los valores tradicionales que hacen grande a Colombia?, o ¿el cansancio de las figuras tradicionales que, aunque se alejan de la izquierda radical, representan en algunos casos una continuidad de modelos de corrupción en nuestro país?.
En resumen, las elecciones regionales en Colombia del 29 de octubre reflejaron un claro desencanto hacia el gobierno de Gustavo Petro y su propuesta izquierdista. Los resultados adversos en las principales capitales harán los tres años restantes del petrismo incluso más desafiantes por la diferencias ideológicas marcadas entre la administración nacional y las administraciones locales. También nublando las ilusiones del partido de una posible reelección en 2026. Y el aumento de votos en blanco indican una búsqueda de alternativas y muestran escepticismo hacia las figuras políticas tradicionales, todo esto prometiendo un futuro político desafiante para Colombia en los años próximos.
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